Trucos para mantener fresca nuestra cocina en verano

Con la llegada de las altas temperaturas, hay días que pasar horas en la cocina se convierte en un auténtico infierno. Por ello os traemos unos consejos para hacer de la cocina un lugar más fresco y agradable para pasar las jornadas estivales.

Ventilar: es la regla básica del verano. Hazlo evitando las horas de mayor calor. Lo ideal es hacerlo temprano y durante la noche. Con este simple gesto tendrás mucho ganado. No hay mejor aire acondicionado que una buena ventilación.

Persianas y toldos: durante las horas de más sol, será muy conveniente tener bajados toldos y persianas, aunque parezca que dentro estamos frescos, los rayos de sol se cuelan por los cristales haciendo que aumente la temperatura del interior. Es otro imprescindible del verano que también es aplicable al resto de estancias de nuestro hogar.

La campana extractora, una gran aliada: imprescindible en cualquier cocina y necesario su uso en verano para que aspire los vapores que se generan al cocinar, además de evitar generar más calor, eliminará los olores.

Reducir el uso de electrodomésticos: estos generan calor, por lo que intentaremos utilizar los principales y minimizar los más secundarios como licuadoras, batidoras, tostadoras, etc. Trataremos de realizar estás tareas manualmente, reduciendo no sólo el calor si no también el consumo eléctrico.

Cocina en el exterior: Si tienes la suerte de tener jardín o patio y cuentas con barbacoa o parrilla, será el momento de sacarle el mayor rendimiento, consiguiendo así mantener la cocina fresca, fuera de fogones.

Cambia tu alimentación: trata de cocinar alimentos frescos que no requieran utilizar los fogones y el horno. Es momento de ensaladas, gazpacho, salmorejo, cremas frías, fruta, verdura y hortalizas frescas y de temporada, etc.

Utiliza bombillas de bajo consumo: conseguirás reducir el calor de tu cocina y además la factura de la luz, lo que se dice un 2×1.

La limpieza, genera frescor. Así es, cuanto más limpia la mantengas, más agradable será la temperatura de tu cocina.

Evita encender la luz: si cuentas con una cocina lo suficientemente luminosa, trata de encender la luz lo menos posible, es algo obvio pero hay veces que nos olvidamos.

El ventilador: si tienes suerte y tienes uno en la cocina, úsalo en los momentos en que más calor se concentre en la estancia, por ejemplo cuando estés cocinando. Te aliviará de las altas temperaturas y te ayudará a ventilar.

Ambientadores de fragancias frescas: realmente no reduce el calor, pero si genera una sensación de bienestar y nos parecerá que nuestra cocina está más fresca, así es nuestro cerebro.

Si practicas estos trucos o la mayoría de ellos, no prometemos que no pases calor en la cocina, pero sí que minimizaras considerablemente los grados del termómetro